Como una historia de amor, todo empezó por casualidad. Dos bandas tan dispares como Los Coronas y Arizona Baby compartieron escenario en la gira ‘Dos bandas y un destino’. Sin embargo, precisamente la distancia que había entre ellos les sirvió para enriquecerse, según Fernando Pardo, guitarrista de la primera de las bandas y de los históricos Sex Museum. Ahora están presentando en directo su primer disco conjunto, ‘News of today’ y llenando todos los escenarios por los que pasan.
Pregunta. ¿Cómo ha ido hasta ahora la gira de presentación de Corizonas?
Respuesta. Hubo un momento en nuestra anterior gira conjunta en que, a pesar de que la cosa iba muy bien, de pronto nos dio la sensación de que aquello estaba perdiendo credibilidad y que parecía una especie de ‘r&r circus’ de versiones. Vimos que el corazón de aquello debían ser 10 o 12 canciones nuestras y que había que dar más importancia al sonido de las dos bandas. Ahora es cuando nos da la sensación de que somos una banda; ya no tenemos que hablar de si mandan más o menos los miembros de Arizona Baby o los de Los Coronas y eso se nota. Ahora se enfoca todo de forma diferente.
P.¿Es esa credibilidad la base de la música en la que cree?
R. Yo le doy mucha importancia a la credibilidad, a la coherencia y a defender con orgullo aquello que haces, porque aparte o antes que músico soy fan de la música. Hay muchos grupos o artistas en los que agradezco más su identificación con la música que sus capacidades musicales. En Corizonas nos juntamos dos generaciones: los hijos del final del punk con los hijos del grunge. A unos les llegaron los Clash de los 80 cuando grabaron ‘London Calling’ y a los otros les llegó el ‘In utero’ (el tercer álbum de Nirvana) o cualquier disco de Pearl Jam. Sin embargo, hay una afinidad que acaba teniendo su peso en el grupo, que es lo que nos hace dar importancia a cosas que otros grupos no harían. Reconozco que en esta banda tiene mucha importancia esa afinidad musical.
P. ¿Qué le ha aportado esa diferencia generacional?
R. Me enriquece absolutamente. Nos dedicamos a esto continuamente y hay un momento en el que desconectas de la realidad. Sex Museum, por ejemplo, es una mezcla de secta y familia en la que llega un momento en que te aíslas. Juntarnos con la gente de Arizona Baby ha sido conectar de una forma profunda con su ahora. Así, he escuchado bandas que de otra manera posiblemente me habría ahorrado. Por ejemplo, tal vez yo solo no habría vuelto a escuchar a Wilco. Eso es sobre todo lo que nos han dado ellos: una visión sobre la actitud con la que se vive la música ahora, porque aunque parezca una chorrada, cada época tiene una forma diferente de vivirla.
P. ¿Y ese acercamiento se ha dado también entre los seguidores de las dos bandas?
R. Hubo un punto al principio en el que no sabíamos a dónde íbamos a llegar. Mucho de lo que hemos crecido es en parte porque te lo trae el otro grupo y en parte porque es una evolución lógica. Pero el hecho es que al juntar las dos bandas ha aparecido también un nuevo público. La aceptación del grupo es también porque hemos llegado a un público al que no llegábamos antes, lo cual no quiere decir que el de antes no venga a vernos.
P. ¿Y por qué está funcionando esto?
R. Voy a ser de una sinceridad extraña. Parte tiene que ver el hecho de que lo haga Subterfuge, que es un sello preparado para esto dentro de la escena independiente. Eso ha hecho que gritando la mitad nos haya oído el triple de gente. Coyunturalmente nos ha pillado en un buen momento para las compañías independientes, que es el final de las compañías grandes. Se les ha roto el motor y el tiempo en el que ellos no han andado es como si en una isla pequeña desaparece el máximo predador. Ahora ya no pueden mantener el monopolio de los medios y la atención del público. Por último, está el hecho de que en directo enganchamos.
P. ¿Y hasta dónde puede llegar este proyecto?
R. No lo sabemos. Los grupos independientes siempre estamos con esa economía de guerra que te hace andar con mucho cuidado. Históricamente a los grupos independientes se les ha ido la olla, por la relajación, porque crees que alguien va a hacer todo por ti…Te lo digo porque tengo esa mentalidad de grupo independiente medio pequeño. Llevamos tanto tiempo así porque nos gusta la carretera, estar tocando constantemente y no alejarte demasiado de la realidad. Hemos leído suficientes biografías de músicos de rock como para sentirnos obreros del rock.
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