Pregunta. Hace pocos meses que presentó ‘Carvahlo`s Castle’.¿Cómo describiría este trabajo?

Respuesta. Este disco lo grabé en Nueva York en verano y fue un poco improvisado, porque cuando llegué no tenía intención de grabar nada. Me encontré con varios amigos que no veía hacía tiempo e hicimos una jam session en la Manhattan School of Music. Nos compenetramos bien y decidimos ir al estudio. Es un disco con cuatro blues, aunque alguno de ellos tenga un aire latino. La gente me dice que es un disco bastante colorido, porque en Nueva York se suele hacer un jazz un poco más abstracto. Gente que no es especialista en jazz me dice: ‘se puede escuchar’. 

P. ¿Y cómo es Nueva York para un músico de jazz?

R. Es la capital del jazz. Está muy bien para aprender y ver. Hay anécdotas de artistas que vienen a tocar a los festivales de Europa y que luego te los encuentras tocando por 50 dólares en Nueva York. Es una ciudad muy interesante pero también muy dura.

P. Usted ha vivido en diferentes países. ¿Cómo ha influido eso en la música que practica?

R. El conocer diferentes culturas te enriquece humana y musicalmente. El jazz en sí es una música de mezcla de culturas, la música de origen europeo mezclada con los ritmos que traían los esclavos. Supongo que viajando coges un poco de aquí y un poco de allí. Un amigo te enseña una cosa, un japonés otra, uno de Bilbao otra más y el sevillano la cuarta.

P. Partió muy joven a Holanda para cursar estudios de música moderna. ¿Lo tenía muy claro desde el principio?

R. Sí. Mis padres hubieran querido que fuera ingeniero o médico, como era normal. Pero cuando estaba en el colegio pasaba más tiempo tocando con el grupo y con las clases de piano que con las matemáticas. Me fui a estudiar a Holanda y allí seguí hasta terminar.

P. Da la sensación de que su música bebe de diferentes fuentes. ¿Podría explicarnos de dónde surge y cuáles son sus referencias a la hora de componer y tocar?

R. La verdad es que mezclo muchas cosas. De pequeño estudié en el conservatorio y con doce o trece años empecé a tocar en grupos de blues y rock. Ahora escucho todo tipo de músicas y he colaborado con todo tipo de proyectos. Durante un tiempo escuché mucha música latina y la he tocado mucho con un baterista que ha grabado conmigo, Francisco Mela. Hice una gira en Francia con un grupo de salsa, he vivido cuatro años en Barcelona y tocaba con grupos brasileños, he participado en proyectos de flamenco fusión y además estudio de todo, lo mismo practico piano clásico que música de James Brown. Supongo que al final todo se mezcla.

P. Actualmente no es necesario marchar al extranjero para formarse como músico de jazz. ¿Se nota la labor de formación que están haciendo las escuelas?

R. Se está formando una cantera de músicos importante. El problema es que ahora están saliendo un montón de estudiantes, pero aún no hay una infraestructura tanto de centros de enseñanza como de conciertos para que estas nuevas generaciones se puedan pagar el alquiler. Estaría bien que los festivales empezaran a apoyar a la gente local. Hay bastantes festivales en España que pecan de no incluir a gente de aquí.