La pérdida, la aceptación de la madurez y, sobre todo, el amor en su vertiente más pesimista y explicita serán los temas que se interpretan. A Cassavetes realmente le interesaban las personas y el amor, del que exploraba todas sus variaciones, pues el amor es el motor más fuerte en la vida de la gente, ya fuere para intentar conseguirlo o para alejarse de él. En el caso de Faces, incide en las desgastadas relaciones en las que se confunde amor con aceptación y resignación, ergo, miedo a la soledad.
En cuanto a la adaptación, Alex Gerediaga ha trabajado en una versión del texto reducida pero fiel a los diálogos. En la que por supuesto, y como ocurre en la película, la base esencial será el trabajo con los actores, en búsqueda de interpretaciones que sean capaces de capturar ese pedazo de vida, y esos sentimientos que captura de forma tan cruda y real la cámara de Cassavetes; sabedor de que el medio teatral es otro, y eso es parte fundamental del reto.
Por ello, en cuanto a la puesta en escena, el objetivo ha sido continuar con nuestra búsqueda entorno a las relación entre los códigos escénicos y cinematográficos, tanto a nivel estético como narrativo. Plantear un trabajo audiovisual previamente estudiado, ahondando en las posibilidades que ofrece la amplificación sonora y visual, para integrarlas posteriormente en la propuesta escénica, siempre en favor de las interpretaciones. Y buscar así, el acercamiento de lo que guardan esos “rostros”.
ENTRADAS GRATIS
Entradas gratis para tus conciertos favoritos.
Únete gratis sólo con tu email al Club Kmon.