También fue telonero de Willy Deville en Corsega en 2003. Con ganas de ampliar fronteras y en busca de otro ambiente, se movió a Donostia. La suerte le dio a Frank Blackfeld un empujón muy positivo. Tocando en San Sebastián, el bajista Fernando Neira, quien vino a escucharle en el Altxerri, le dijo que le gustaría tocar con él. Rápidamente, le siguieron el guitarrista Jon Aira y el baterista Gus Gonzales.

La sinergia entre ellos funcionó de maravilla y los conciertos se multiplicaron. Poco a poco, Frank introdujo sus composiciones al repertorio, y escribió nuevas canciones que trabajaron juntos. A finales del 2014, nació el álbum Nothing Ever Lasts, con diez composiciones de Frank en el estilo Folk- Country Blues sobre el tema de la impermanencia y la importancia de vivir en el momento, grabado íntegramente en vivo en el estudio MECCA de Oiartzun y producido por Frank y sus músicos.

A finales del 2015, Frank forma un nuevo grupo con Maria Soriazu al bajo y Nagore Etxabe a la batería. El grupo regresó al estudio MECCA para grabar un nuevo álbum: We gotta move on, publicado en febrero de 2017.