“¡Hola! Me llamo Maren  y me gustaría hablaros de mi proyecto. Tengo 15 años y vivo en Gernika”. Era abril de 2018 cuando recibimos un correo electrónico que comenzaba con esa presentación. “Atrevida, sin duda”, fue la primera sensación al leerlo. Solo por ello merecía la pena escucharlo y dedicarle unas líneas. “Alguien sin vergüenza”, era el título del E.P. que anunciaba en su mensaje, un nombre más que significativo. Casi tres años después, tuvimos la oportunidad de verla en directo en el teatro Victoria Eugenia de Donostia-San Sebastián y no lo dudamos.

A Maren le sobran voz y descaro para llenar un escenario tan imponente con apenas 18 años. Estética setentera y audiovisuales autobiográficos a manera de introducción. Y directa al grano. Derrochó simpatía y frescura, sorprendiendo su saber estar, más propio de artistas con un recorrido más largo. Lo hizo respaldado por una banda también muy joven y de formato clásico (bajo, teclados y batería), que funciona como un reloj y hace lo que debe hacer un buen grupo de acompañamiento: respaldar a la solista sin caer en el exceso de los lucimientos personales.

Sonaron temas de aquel primer trabajo, como el homónimo “Alguien sin vergüenza”, pequeña joya pop. Se intercalaron canciones en castellano, inglés y euskera, una muestra más de la falta de complejos de esta generación de nuevos artistas. También presentó su primer Lp ‘Margaritas y lavanda’, nacido en tiempos pandémicos, lo que nos dio la oportunidad de escuchar canciones como la espléndida (y más madura) ‘Fotosíntesis’ o ‘Dear Murhphy’. Otros, como el divertido ‘Te invito a mi piscina para matarte’, demostraron que la música sirve para dar la vuelta incluso a tiempos tan oscuros como los del confinamiento. Todo antes de que llegara despegara ‘La estación espacial de Teruel’, hit que ha catapultado a Maren a lo alto de las listas de éxitos.

La sensación es que Maren suena incluso mejor en directo que en sus grabaciones (a pesar de la cuidada producción de su Lp). Descaro, frescura, textos cuidados y capacidad de composición que ha evolucionado desde su primer trabajo son algunas de las cualidades que la adornan. Fue un chute de energía necesario en estos tiempos. Volveremos a escucharla.