Pocas maneras de entender el arte como genuina expresión de las inquietudes del ser humano como la que practica Jenny Holzer (Ohio, EEEUU, 1950). Su materia prima es la palabra y con ella construye textos como los que forman la muestra ‘Jenny Holzer. Lo indescriptible’, con la que el museo Guggenheim de Bilbao homenajea a una de las artistas fundamentales de nuestro tiempo. A través de espacios evocadores, busca involucrar al público en las cuestiones que plantea y que incluyen los abusos del poder, la violencia contra las mujeres o la crisis de los refugiados.

Holzer está presente en el museo bilbaíno desde su creación, a través de ‘Instalación para Bilbao’ (1997) la espectacular obra que saluda a los visitantes en el mismo atrio del edificio. Compuesta por nueve columnas luminosas de más de doce metros de altura, lanzan a través de paneles LED en euskera, castellano e inglés mensajes extraídos de ‘Arno’, una de las obras más importantes de su carrera concebida inicialmente para recaudar fondos para la lucha contra el SIDA.

Las reflexiones de la artista norteamericana han sido reproducidas en todo tipo de soportes, como camisetas, placas o leds, aunque uno de sus principales ocupaciones ha sido la difusión de textos en espacios públicos. En ese sentido, la exposición incluye proyecciones sobre la fachada del museo durante los anocheceres del 21 al 31 de marzo.