Hablar de Femi Kuti es hablar de África y de su música. De sus raíces ancestrales, aquéllas que recogió su padre, Fela Kuti, para crear lo que ahora conocemos como afrobeat. También de la África del presente y del futuro, la que se abre al mundo y sigue asombrando con el poder de sus ritmos, sin titubear a la hora acercarse a nuevas influencias. Pero también la África rebelde que no se resigna a permanecer postrada y a la que canta en cada uno de sus discos.

"La forma en que la siento define mi música y esas cuestiones son más importantes en este momento que las historias de amor", dice el músico, nacido en 1962 en Londres pero que creció en Nigeria, la tierra de sus padres. Y es que los textos de sus canciones están llenos de denuncias contra la corrupción de muchos gobiernos africanos (entre ellos el de Nigeria) y el poder que sobre ellos ejercen las potencias occidentales.

Reflejo de esas preocupaciones es su más reciente disco, ‘Africa for Africa’, un título que deja bien claro las intenciones de su autor. "Es simplemente que los africanos puedan estar motivados de amar y cuidar África, en lugar de esperar que Occidente nos enseñe como cuidar los unos de los otros y entender que nuestros países son estructuras coloniales. Una vez dicho eso, necesitamos no ser racistas y necesitamos comunicarnos en términos humanos. Todos nos necesitamos mutuamente".

Pero, ¿cree Femi Kuti que la música puede llegar a cambiar el destino de su continente? "Si, de hecho la música ha jugado un gran papel en impulsar un cambio positivo y en crear conciencia", explica, "la música tiene el poder de hacer cosas increíbles".

En el plano musical, Femi Kuti y su banda The Positive Force son un explosión de energía sobre el escenario, enriquecida con las influencias que el músico ha conocido a lo largo de su carrera.

“He disfrutado mucho tocando con músicos de otros estilos, he aprendido muchísimo de ellos”, subraya. “Las nuevas influencias añaden colores a mi paleta creativa”.