“Ufana de Falopio” es una exposición de óleos de gran formato, principalmente retratos, desarrollados en un estilo figurativo de crítica social y feminista.
Se trata de una apuesta radical y visceral, en la que la artista escupe sinceridad con belleza extrema, una propuesta que remueve y permite mirar de frente lo que muchas veces nos pretenden ocultar.
La exposición había encontrado rechazo en salas de exposiciones y establecimientos diversos que consideraron su contenido “demasiado crudo” o “demasiado explícito”. En Hika Ateneo, en cambio, se despliega íntegra, con la libertad que requiere una obra que reivindica la autenticidad y la catarsis como motores del arte.
A pesar de su obra desafiante y provocadora, Soraya García ofrece al espectador una dosis de poesía en este mundo de prosa (parafraseando uno de sus versos).
Una biografía hecha arte
La trayectoria de Soraya García está marcada por una relación intensa entre vida y creación. Formada inicialmente como arquitecta, encontró pronto que la estructura del arte ofrecía un refugio más íntimo que el cálculo y la técnica. Su verdadera construcción se levantaba desde dentro: con palabras, lienzos y pinceles.
Durante años convivió con trastornos de la conducta alimentaria que derivaron en ingresos hospitalarios y en un enfrentamiento constante con la autodestrucción. Esos episodios marcaron su cuerpo y su memoria, pero también la empujaron a encontrar en el arte una forma de resistencia. En más de una ocasión ha afirmado que “el arte me ha salvado de mí misma”. Y en esta exposición lo recuerda con claridad: “regresé de los infiernos para quedarme”.
La poesía fue su primer refugio inmediato. De esa necesidad nació el poemario ‘A tu cachito de infierno’, un libro escrito desde la urgencia de sobrevivir, donde la crudeza del testimonio se convierte en metáfora y en catarsis. Más tarde, la pintura le ofreció un medio diferente, físico y tangible, para expresar la misma verdad: el lienzo como espacio de desahogo, la pincelada como resistencia.
Hoy, afincada en Bilbao, Soraya compagina la docencia universitaria con una producción artística que no rehúye lo incómodo. Su obra no se viste de artificio ni se adapta a lo comercial; al contrario, se mantiene fiel a la idea de que el arte debe ser un territorio de verdad, aunque esa verdad incomode al espectador.
La exposición en Hika Ateneo de Bilbao
En la sala, los óleos de gran formato muestran rostros y cuerpos fragmentados, retratos que se convierten en espejo de luchas internas. Su estilo figurativo introduce una carga de crítica social que obliga al espectador a enfrentarse a lo que no siempre quiere ver: la fragilidad, la enfermedad, la cicatriz, la desigualdad.
La inauguración del 18 de septiembre no fue un acto protocolario al uso. La artista compartió lecturas de su poesía, explicó el trasfondo de las obras y dialogó con un público diverso. Más que una presentación, fue un acto de catarsis compartida, donde quedó patente que la exposición no es solo plástica: es un testimonio, un manifiesto y una declaración de resistencia.
Fechas: Del 18 de septiembre al 31 de octubre de 2025
Horario de visita: De miércoles a viernes, 18:00 - 22:00 h
Lugar: Hika Ateneo, Eskola Zumarkalea 1, 48006 Bilbao
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