Txuma Murugarren no necesita grandes presentaciones. Comenzó en la década de los 90 como fundador y miembro del prestigioso grupo Sasoi Ilunak y a partir del 2000 actúa ya como solista y atesora una larga y prolífica carrera.
Esta vez su admiración confesa hacia Nick Cave ha culminado en la grabación de este disco. Ha traducido las letras de Cave al euskera con sumo cuidado, y sutileza y sin perder un ápice de su magia original. Ha echado mano de viejos compañeros de andanzas de plena confianza como Rafa Aceves (piano) y Nzatxo Beltrán (batería), y los ha convertido en sus particulares Bad Seeds. Ellos han sabido capturar con maestría ese tono firme y cinematográfico tan especial de la banda y nos ofrecen unas versiones sinceras, amables, de impecable elegancia al tiempo que muy personales y profundamente conmovedoras.