Paralelamente a sus tres aclamados álbumes -Over The Silvery Lake (2016), Songs For Somewhere Else (2017), y A New Kind Of Sky (2020)- se han forjado una formidable reputación en directo, tanto como intérpretes, como a través de las relaciones que mantienen desde hace tiempo con compañeros de la Costa Oeste, como Gospel Beach y Miranda Lee Richards, participantes e instigadores de acontecimientos memorables.

Sin embargo, Hollow Heart es un álbum de primicias. Es el primer álbum que se graba en un tiempo y lugar determinados, el primer álbum que favorece tanto el sonido como la canción, el primer álbum creado en circunstancias novedosas y el primer álbum para la prestigiosa Loose Music. Los acontecimientos dictaron que el camino real hacia Hollow Heart no fuera el previsto, pero no por ello dejó de serlo. Simplemente se trataba de aprovechar el tiempo: "Estábamos escribiendo canciones constantemente, ya habíamos trabajado en algunas cosas, ¿por qué no nos lanzamos y lo hacemos ahora?”

Ellos -el cantante y guitarrista Richard Olson, el bajista Sam Ferman, el baterista Paulie Cobra, el guitarrista y teclista Patrick Ralla y el guitarrista de pedal-steel Joe Harvey-Whyte-, junto con el productor Sean Read (Soulsavers, Dexys), pronto se embarcaron en un viaje de dos días para llegar a Helmsdale, y al singular estudio situado en un acantilado con vistas al Mar del Norte. Richard había sido miembro del efímero y ahora legendario Eighteenth Day Of May, antes de formar The See See con Pete Greenwood; Paulie y Sam se unirían más tarde, y de esa banda evolucionaron a The Hanging Stars. La formación se asentó después del primer álbum cuando Joe, y Patrick, que habían tocado durante algunos años con The Rockingbirds y Alan Tyler, se convirtieron en miembros permanentes.

El entusiasmo sale de la banda en previsión de la recepción de Hollow Heart: "No quiero ser famoso, pero quiero que nuestra música sea famosa. Quiero que nuestras canciones se abran paso. Me gusta la música pop, las cosas que se quedan en tu cabeza, que te ponen la piel de gallina. Que sea divertida, positiva, optimista, que se sienta contemporánea, válida ahora. Parece que es una banda diferente y es la primera vez"; y han acertado. Los arreglos vocales asombran en todo momento, y la amplitud de la exploración instrumental inspira asombro. The Hanging Stars simplemente brillan más que nunca; al igual que con Hollow Heart, han aprovechado con confianza la oportunidad de dar a luz un disco que crea su propio mundo y tiempo, e insiste en ser escuchado.