El cambio demográfico es consecuencia del aumento de la longevidad y del descenso de la natalidad. Las personas cada vez viven más años y, simultáneamente, tienen menos hijos. El resultado de esos dos fenómenos es el envejecimiento progresivo de la sociedad. La transición demográfica influye de forma decisiva en la cantidad de personas en edad y condiciones de trabajar, en la productividad del sistema económico, en el tipo bienes y servicios que se demandan y en el destino que las instituciones públicas dan a los recursos con los que cuentan. Es importante analizar en qué consiste esa influencia y con qué intensidad se producen esos efectos. 

Ponentes: José Ignacio Conde Ruiz, Beatriz González López-Valcárcel, Luis Sanzo, Itziar Vergara.

Nota

Esta conferencia se ofrecerá por streaming