Pregunta. ¿Con qué sensaciones os estáis quedando después de editar el disco?
Respuesta. Lo primero siempre es alivio, después de ver el hijo hecho que tanto trabajo ha costado. Y es que algunos temas llevan siendo elaborados desde antes de editar el anterior disco y teníamos miedo de que se gastaran. Pero en principio, la sensación es de alivio y en general estamos orgullosas. Creemos que ha quedado muy bien.
P. El nombre de ‘Reincarnation’ tiene un significado especial para vosotras?
R. Yo era reacia a ese nombre porque me suena a budismo y no quería que sugiriera ninguna creencia religiosa. Las letras las ha compuesto Josephine. En su vida, este último año ha habido dos pérdidas muy importantes y han ido influyendo en su forma de escribir. Es un título esperanzador por un lado y una especie de duda al respecto, si hay algo más allá o no…
P. ¿Y os ha hecho partícipes de ese sentimiento?
R. Sí, porque esas personas eran cercanas a nosotras.
P. No habéis tenido prisa para sacar este nuevo trabajo. ¿Necesitabais tomaros las cosas con calma?
R. Lo que pasa es que realmente, cuando salió el primer disco, llevábamos ya varios meses tocando. Todo iba como con retraso. A la vez que grabábamos, seguimos componiendo. Por una cuestión de estilo, decidimos juntar aquellos temas en el primer disco y reservar los nuevos para este nuevo trabajo.
P. Hablando de estilos, el grupo lo formáis tres personas que procedéis de países y tradiciones musicales diferentes. ¿Cómo influye eso en vuestro sonido?
R. La cuestión es que las tres somos muy diplomáticas y cuando algo no nos gusta sabemos expresarlo. En general hay una línea común que compartimos. Yo por ejemplo soy más dada a las disonancias por mi formación contemporánea y tiendo a lo etéreo y lo informe. Pero no es un problema.
P. ¿En general la disonancia es enriquecedora?
R. Sí. A nivel personal, trabajar con ellas me ha hecho recuperar el valor de la melodía, que en la música contemporánea está un poco mal vista.
P. En este mundo ultra-tecnológico, vosotras tenéis un sonido que a veces es muy básico incluso clásico. ¿Hay mucho que explorar en ese terreno?
R. De hecho, Josephine está explorando mucho el terreno electrónico y tenemos un par de temas que básicamente son electrónicos. La parte más humana de la música, la que ejecutamos con instrumentos acústicos, es la que más nos gusta, porque el hecho de ver a un músico esforzándose y tocando ofrece una energía especial. Pero al mismo tiempo la electrónica también te ofrece muchas posibilidades. En este momento estamos en una encrucijada en la que tenemos que decidir hacia dónde tirar.
P. ¿Y cuál de esas dos vías es la que nos ofreceréis en esta gira?
R. Los conciertos van a ser básicamente acústicos. Seremos cinco personas sobre el escenario tocando instrumentos, aunque introduciremos sintetizadores para crear esos colchones. Seremos músicos sudando y haciendo música artesanal. Ese es un tipo de energía que es la que hace realmente interesante el concierto.
ENTRADAS GRATIS
Entradas gratis para tus conciertos favoritos.
Únete gratis sólo con tu email al Club Kmon.