Pregunta. ¿Cómo está sonando en directo vuestra nueva banda?

Respuesta. Después de bastantes conciertos de presentación de este nuevo disco, está sonando como una máquina increíble. Hubo una reestructuración de la banda, casi todos los músicos son nuevos (solo quedamos Ricardo y yo de la primera formación) y hay mucha energía nueva, gente que toca muy bien y que le ha dado un aire nuevo al grupo. Ahora la banda está muy bien engarzada; suena muy grande y espectacular. 

P. ¿Estos cambios vienen bien tanto en lo personal como en lo musical?

R. En nuestro caso, desde luego que sí. Un grupo es algo vivo y por tanto tiene que regenerarse y respirar. Al haber tocado tantos años juntos bajó un poco el nivel de energía. Entonces Ricardo y yo decidimos dejar claro que siempre habíamos tirado del carro y que queríamos hacernos con la banda. Es una cuestión delicada, porque no se trata de echar a la gente del grupo sino de llamar a las cosas por su nombre. Eso siempre es positivo y al final lo importante es que la energía de la banda sea buena. Y eso se ve porque al final el que lo percibe es el que va a verte.

P.¿Se puede decir que habéis vuelto a vuestro orígenes musicales?

R.Cuando decimos que hemos vuelto a nuestros orígenes parece que hemos estado haciendo cosas que no nos gustaban. El grupo se inicia con un sonido, hay una búsqueda y sigue buscando. Puede ser que lo que hacemos ahora sea más parecido a lo que hacíamos en los primeros discos; pero tampoco es lo mismo porque entre medio ha habido siete u ocho discos más y estamos en un punto más pausado. Pero sí puede ser que se hayan recuperado algunos sonidos al rock más clásico que practicábamos al principio.

P. Las letras de su nuevo disco, ‘Para no ver el final’.  guardan mensajes que parecen declaraciones de intenciones. Una de ellas, por ejemplo, se titula ‘Me voy a dejar llevar’.

R. Es cierto. La letra habla un poco de esto, de dejar de pelear todo el rato, algo que para algunos por carácter es imposible. Es ver las cosas con más calma, y que si son como son, que sean como son. Es una reflexión sobre todo esto, en tono soul y rock. Es una letra que me gusta mucho porque la siento muy mía, es como una confesión. Las letras no tienen porqué ser autobiográficas, pero cuando más honesto es lo que estás contando, la interpretación es más viva.

P. Muchas de esas nuevas canciones tienen un trasfondo de tristeza o amargura. ¿Es ése uno de los motores del actual sonido de M Clan?

R. A mí me resulta más fácil escribir de eso, porque cuando estás contento no escribes canciones. Además, por la forma de ser del ser humano, la gente se identifica más con las canciones tristes que las alegres, parece que no gusta la alegría del prójimo. Pero sí es cierto que este nuevo disco tiene ese color.